El estado de ánimo potencia las virtudes y multiplica las cualidades.

Esta frase de Jorge Valdano me va perfecta para describir lo que siento. De todos els sistemas conocidos que condicionan el rendimiento del deportista, la estructura socio-afectiva y la emotivo-volitiva, por más que nos pueda parecer que en valor relativo tienen menos importancia en el rendimiento de los futbolistas, el tiempo nos da la razón una vez más.
Los entrenadores planteamos los partidos como un plan de 90'. Y los jugadores muchas veces no entienden nuestras razones. EL estado de ánimo de los jugadores debe mantenerse siempre por las nubes, creer que las decisiones del entrenador pretenden el bien común y colectivo por encima del individual. Si el nivel emocional decae, se convierte en un divisor de las potencialidades de los jugadores.
El futbol no solo son momentos de forma "futbolística de nuestro jugar" (que no física). Por ello entendemos el futbol bajo la teoría de sistemas. Unos sistemas que suman (o restan) y otros que multiplican (o por desgracia DIVIDEN).