3 de octubre de 2011

Tirando de la manta.

Como decía Carlos Rexach, el futbol es como una corta manta. Si pretendo cubrirme los pies, paso frio en la cabeza; y si hago lo contrario se me hielan los pies. Encontrar el equilibrio no es fácil. Si juego con un pivote defensivo para pretender tener superioridad numérica en el centro del campo y asegurar las segundas acciones cerca de mi propia porteria, tengo el problema que arriba mis puntas aprietan poco y los balones que me ponen los centrales son balones senzillos, sin estar apretados y que me suponen mucho peligro. Si juego con dos puntas para asegurar que los puntas aprietan a los centrales y dificultan la circulación, el problema me aparece en las segundas acciones después del rechace de mis centrales. Estas son dominadas por los hombres de centro del campo rival.
¿Solución?...Que cada uno de con la tecla que haga que su música suene mejor. Para mi, jugadores inteligentes, capacidad de anticipación táctica, correcta distancia entre líneas, y una gran dosis de derroche físico y solidaridad.
Tapar un agujero no debe suponer que el agua nos salga por otro agujero.

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